domingo, 1 de septiembre de 2013

La vida de otro (relato corto)


Me hallaba en la cama, no podía dormir. Una sucesión de imágenes sin sentido se sucedían en mi cabeza y no dejaban que el reparador descanso que necesitaba se hiciera realidad.

Me levanté sin mucho esfuerzo (eso a veces me funciona contra el pertinaz insomnio), y aun estando acostumbrado a la oscuridad, no lograba reconocer mi habitación. Donde se suponía que debía estar la puerta de acceso al cuarto de baño del dormitorio principal existía únicamente el tacto inconfundible de una pared fría. No quise encender la luz para no despertar a mi querida esposa y me acosté de nuevo con una sensación extraña. Con gran fortuna para mí, concilié el sueño enseguida.

Una pesadilla con enormes monstruos deformes que deseaban mi muerte, mientras lo destruían todo a su paso y yo intentaba sin mucho éxito escapar de ellos, consiguió despertarme con el corazón latiéndome a mil por hora. Debían de ser las cuatro o las cinco de la madrugada y mi despertador sonaría sin compasión en unos pocos minutos, ya que mi trabajo de Broker al que detestaba pero me ofrecía la posibilidad de tener lo que tenía, requería mis servicios. Casi por instinto acudí al regazo de mi mujer pero la cama incomprensiblemente se encontraba vacía. De un respingo me incorporé cual resorte mecánico y acudí a pulsar el interruptor de la electricidad de mi mesita de noche, pudiendo hallarlo a duras penas. Al iluminarse la estancia no pude creer lo que se me presentó ante mis ojos; una estancia muy distinta a la que hasta entonces había sido mi lugar de descanso: la habitación era muy pequeña, de apenas unos cuatro metros cuadrados, estrecha y rectangular, con muebles baratos sin demasiado gusto y el cuadro de un lugar que me resultaba muy familiar a lo alto del cabecero de una cama que no era la mía.

Recorrí el humilde y destartalado piso con la intención de descubrir alguna minúscula pista del por qué me hallaba en ese infecto lugar, pero no supe conseguir una respuesta convincente. ¿Qué fue de mi apartamento en la Quinta Avenida y de mi amada Any?; ¿me estaré volviendo loco?; ¿es todo un sueño?. No se cómo pero acabé en el suelo vomitando lo que debió ser mi cena de anoche; todo muy asqueroso.

Decidí que quizás me vendría bien una ducha fría, e hice de tripas corazón en ese cuarto de baño que había sido pasto de los cerdos, o poco le quedaba. Acudí al armario del dormitorio y sólo pude divisar varios pantalones vaqueros desgastados y sucios, y algunas camisas a cuadros bastante impersonales. Salí a la calle, pues estaba desorientado con esa bocanada de una supuesta realidad desconocida para mí. Las calles, en apariencia similares a como las recordaba, parecían distintas, como si hubiese pasado el tiempo y nadie me hubiera avisado. Casi de manera mecánica mis pasos me dirigieron al lugar donde trabajo en la torre norte del World Trade Center, y una sensación de agobio comenzó a apoderarse de mis sentidos a medida que me iba acercando, pues toda la manzana había cambiado radicalmente, las torres, que antaño habían sido el santo y seña de esta ciudad de negocios, ya no podían mostrarse orgullosas al mundo enseñando sus virtudes; simplemente habían desaparecido del mapa: ¿qué fue de ellas?; ¿y qué había sido de mi ocupación laboral?.

Hundido en mi propia miseria, caminé sin rumbo durante horas que resultaron eternas; no podía comprender lo que había sucedido en mi ciudad y en mi mente para olvidarme de todo; quizás el recuerdo fuese tan traumático que quisiera no recordarlo jamás y, en ese preciso momento, la imagen del cuadro que me resultaba tan familiar volvió a mí: un bombero rodeado de escombros, humo y desesperación, llevando en brazos el cuerpo desvalido de un hombre. 

5 comentarios:


  1. ¡Hola! En mi blog “Tentempié Literario” te he dejado una sorpresa. Lee la entrada para descubrir de qué se trata. http://tentempieliterario.blogspot.com.es/2013/09/premio-liebster-award.html
    Por ser un blog relativamente nuevo y al parecer bastante prometedor en el mundo de los blogs, he nominado a tu blog para recibir el premio Liebster Award. ¡¡¡ENHORABUENA!!!
    (perdón por el SPAM)

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  2. ¿Y lo borró de ahí en adelante?
    Qué historia tan triste. Esas defensas de la mente, que luego causan más daño que bien...

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    1. Esta sujeto a múltiples interpretaciones, como la vida misma. Gracias por comentar

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  3. Un estupendo relato, oscuro e inquietante, pero muy bueno.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias, era lo que pretendía, que fuera inquietante

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